Días que no se olvidan.

Este fin de semana abusamos de la amistad y disfrutamos del apartamento de playa de unos buenos amigos. Superando todas mis expectativas, el lugar tiene acceso con rampas y buenas caminerias a todas las instalaciones, y pude utilizar con independencia la silla de ruedas eléctrica. Sin ninguna barrera recorrí hermosos jardines, de variadas especies vegetales y cada grupo especifico con información escrita en un pequeño cartel que indicaba su nombre común, el científico y su origen. En la piscina  para niños, a la cual podía entrar y salir fácilmente, realicé ejercicios suaves y me olvidé por un momento del lastre de mi cuerpo; la disfrute hasta que mis manos y pies parecían ciruelas pasas. Cerca de nosotros paseaban tranquilamente las iguanas, subiendo y bajando una palmera que por alguna razón la preferían a todas las demás. La cámara, eterna compañera, dejó plasmados unos bellos recuerdos de familia que jamás olvidaremos y nuestros amigos tampoco.

Si una persona tiene minusvalía lo ideal antes de viajar o hacer reservaciones, es confirmar si las instalaciones son aptas, con rampas, aire acondicionado, habitaciones sin peldaños o escaleras, servicios adecuados, etc. Una vez instalados tomen las previsiones y si hace falta mover algún mueble para mejorar el desplazamiento y la seguridad háganlo con tiempo. Igualmente si necesitan una silla plástica para la ducha, solicítenla llegando. En resumen eviten esperas y desgaste, para que solo lo bueno prevalezca. Fotos de Agata y Camila.