En días pasados conversaba en casa con un buen vecino y amigo, comentando y hablando le mostré los variados proyectos del blog, cual vaquero en duelo de pistolas Gustavo T. desenfundó su teléfono celular (móvil) y me mostró una foto, diciéndome «esta es la propia». Un plácido y bucólico atardecer en el Delta Amacuro, donde Gustavo va con regularidad, por motivos laborales. El atardecer es el momento del día en el que podemos dedicarnos a la contemplación, desde niño busco en las nubes formas y figuras, con éxito solo cuando el tipo de nubes y la iluminación lo permiten. En estos ejercicios de imaginación han emergido las formas mas variadas e insólitas, paisajes, animales, monstruos, naves, personas, personajes, caricaturas, pero que yo recuerde aún incluyendo la silueta del paisaje, nunca vi unos labios de mujer (que rebuscado). Antes de publicar la foto del Delta Amacuro, hice varias pruebas de imagen y una de ellas muy simple (espejo) me regaló una sorpresa: unos exóticos labios, de mujer, de nubes, de paisaje, de naturaleza, de…
Como si estuvieran viendo una obra en una Galería de Arte, aléjense de la pantalla hasta disfrutar del efecto. Muchas gracias a Gustavo Tancredi, por compartir esta bella imagen con nosotros.
¡Qué hermoso atardecer en el Delta Amacuro! La foto es preciosa y esa imagen con efecto espejo es buenísima…Parece increible crear esos exóticos labios de mujer.