Considero que en la vida tenemos que enfrentarnos a nuestros miedos o debilidades para así con las técnicas adecuadas superarlos y lograr un mayor desempeño como deportistas, profesionales o personas. Mi base deportiva me la dio el Fútbol, hasta que una lesión me separo de la práctica de una pasión que me acompañó desde mis primeros pasos y que me dio aprendizajes, muchas satisfacciones, alegrias, amistades, amigos…
Descubrí la montaña aunque siempre estuvo a mi lado, poco a poco ella me mostró sus secretos y yo también le mostré mis fortalezas y con ellas mis debilidades. En una época difícil de mi juventud, en donde mis preguntas no las respondían las farras o los excesos, recorrí el Avila de punta a punta, de dia y de noche. A veces salía de casa los viernes a las 9:00 pm y a pocos Kms ascendia por la subida del Marqués vía Pico Naiguatá (2.765 msnm). Era una época en la que en el PGP La Julia siempre había ambiente, el gigante amable, el Oso José Acosta era el que con su sonrisa y carácter lograba ese fenómeno. José siempre sabía por donde iba a estar yo, si yo tenia planes imprecisos igual se lo decía, por seguridad. Así, a mis espaldas se iban acallando las risas y bullicio de la caseta de guardaparque, en mas de una oportunidad en esa parte del trayecto vi la salida de la luna llena acariciando las lineas del Topo Santa Rosa. La luna llena era mi preferida y aliada en estas veladas, en las partes donde la vegetación es muy tupida no ayuda en nada y a veces hace unos efectos un tanto tenebrosos. Parece mentira pero mucha gente piensa en que pueden salir espantos, espíritus, almas en pena, etc… mi abuela sabia mujer siempre me decía, «los que hacen daño son los vivos, no los muertos», con esa premisa en mente aún en las quebradas mas oscuras nunca tuve ningún tipo de aparición (en la montaña), poco a poco y en silencio pasaba por sitios donde a veces había gente acampada que ni se enteraba de mi presencia. Era muy agradable beber agua en Rancho Grande y superar los Toyotas para ver brillar la arena del Pico Goering a la luz de la luna, a veces eso no era posible por la niebla o la lluvia.
El clima es impredecible, recuerdo que una noche sali de casa con buen tiempo y cuando baje hacia la Qda. El Edén me calló una «lata» de agua que no paró en toda la noche. Lo que me obligó a pensármela bien y después de pasar el Pico Goering con lluvia y viento considerables decidi improvisar un refugio en El Urquijo utilizando de protección y aliada una piedra, un sobre techo bien tensado y listo. Otras veces las ascensiones han sido con una noche estupenda, sin una nube con mucho frio o viento y hacia la travesía antes de llegar al Pico Naiguatá viendo como brillaba el piso reflejando la luz de la luna. Algunos charcos inevitables a la entrada del Anfiteatro me recordaban lo agradable que era estar seco. Dependiendo de la época del año podia haber ninguna o muchas carpas, yo ya tenia una idea de ello ya que Acosta me informaba antes de subir como estaban conformados los grupos y donde pensaban acampar, esta información en mas de una ocasión nos fue útil. Siempre acampaba alejado de la gente y tenia varios lugares preferidos según la necesidad, la mayoría hacia el norte, hacia el mar. A veces usaba piedras debajo de las cuales apenas cabía reptando dentro del saco y que previamente tenía que modificar clausurando alguna entrada de aire un tanto incómoda. Cambiarse, ponerse ropa seca, comer, dormir, ver el amanecer despuntando y proyectando la sombra del Pico Naiguatá sobre el Aeropuerto de Maiquetía… Estos y muchos otros hermosos momentos los viví solo, también en otras incontables (por la cantidad) oportunidades he compartido con amigos, quedan en el recuerdo como un tesoro que perdurara por siempre.
Comparto con Uds. este video de Petzl sobre el tema: Correr de Noche, consejos y recomendaciones de gente muy capacitada. La experiencia de caminar de noche en la montaña es única, pero tomen sus previsiones para hacerla de una manera agradable, segura, que siempre recuerden y estén dispuestos a repetir.
Link ☞: Uaikinima Petzl Venezuela
Link ☞: Alfredo Autiero @alfredoautiero
Maravilloso post. La Julia me dejó recuerdos hermosos, pero también dolorosos. Gracias a más de 10 años en ella mis rodillas no aguantaron mucho y me tuvieron que operar. Luego de mucho dolor, tratamientos y tiempo, este domingo hago mis primeros 5K y eso me alegra mucho. No volví a subir al Ávila, porque bajar es doloroso para mi. Además, el alma me duele un poco cuando llego a La Julia y recuerdo al Oso, a Emilio, a Duglas. Pero bendigo cada día que los conocí y todo lo que me esneñaron. Espero volver a verte pronto. Un abrazo.
Uno de los post más bonitos que has escrito…¡Qué hermosa experiencia, aunque arriesgada, la de escalar y conocer de punta a punta vuestras hermosas montañas; la paz que puede brindarnos la naturaleza es indescriptible, lejos de bullicios y de fiestas, compartiendo tiempo y espacio con otras personas que aman la montaña con la misma intensidad!
Precioso el video y, comparto el pensamiento de tu abuela sabia: «Los que hacen daño son los vivos, no los muertos…»
Tú sabes que en Galicia el tema de fantasmas y apariciones forma parte de nuestras tradiciones pero, que con el paso del tiempo van quedando en el olvido y ya no nos asustan.
Superar nuestros miedos no siempre es fácil pero, al menos debemos intentarlo y no dejar que puedan influir en nuestra vida…
¡Gracias, Pepe, a mí también me encanta todo lo relacionado con el deporte y la naturaleza…Adoro esas largas caminatas disfrutando simplemente una puesta de sol! Debe de ser cosa de familia je, je…Muchos besos para tí y para todos.
Bien interesante el video de «correr de noche», ya que la visión del entorno es completamente diferente, y también el trekking nocturno es gratificante.
Pepe, nos conocimos en Julio de 1999 cuando bajamos del Pico oriental hacia el Litoral Central un grupo del miembros del G.R. Venezuela, entre los que estaba Ram Maniram, compañero tuyo de actividades y competiciones deportivas.
Gusto en saludarte.
Juan Vega