A nuestra llegada al resort valoramos y agradecimos ir directamente a nuestra habitación. Las chicas se instalaron y yo como «mucho ayuda el que no estorba», agradecía la oportunidad que teníamos y sacaba mis primeras fotos desde el balcón. Era un poco complicado, ya que la ELA (ALS-MND) a veces decide por mi cuando puedo disparar. Bajamos a comer algo ya pasadas las tres de la tarde, después de esto las chicas decidieron ir al centro a dar una vueltica. Ya cuando se habían despedido le dije a Agata «por no dejar, si ves una tienda de fotografía mira si hay un trípode aceptable, que me sea fácil manejarlo». Pocas horas después llegaron con frutas, bebidas, etc y un trípode súper liviano, fácil de manejar; que me facilitará mucho mis futuras tomas y el ahorro de una valiosa energía.
Por decisión propia decidí pasar las mañanas en la habitación, el calor me afecta muchísimo y debo evitarlo. Las chicas disfrutaban las mañanas de playa, caminando, tomando sol, leyendo. Yo en el balcón leyendo frente a la corriente fresca del aire de la habitación, hidratándome, comiendo fruta, disfrutando de las vistas de la playa, la piscina, el movimiento en el resort, las conductas de los pájaros, de las iguanas. En las áreas comunes esta prohibido alimentar a las iguanas, sin embargo hay áreas señalizadas para alimentarlas con arroz, lechuga, vegetales o frutos varios. Desde mi atalaya confirmaba en cada comida cual era el ejemplar dominante y la inalterable cadena de mando.
Algunas iguanas no se conformaban con las dádivas y subían a las copas de los árboles a alimentarse de flores y tal vez algún fruto o pequeños insectos. Diariamente observé y fotografié algunas de esas escenas, la mayoría fueron en las ramas de un hermoso roble blanco (Tabebuia heterophylla) es una especie de fanerógama perteneciente a la familia Bignoniaceae nativo de las Antillas Menores y Puerto Rico. En Venezuela el árbol que más se parece es el Apamate (Tabebuia rosea). Los colibríes, reinitas e iguanas compartían las flores, al atardecer se notaba los efectos de la continua cosecha de los reptiles, sin embargo a la mañana siguiente siempre había flores frescas, como sucede a diario en la vida.
Para disfrutar, contemplar mejor las fotos linkea☞ Mañanas de Iguanas o cualquier imagen del post.
Un agradecimiento muy especial al amigo Oscar Párraga del grupo de Facebook Caracas en Flor por su colaboración en la identificación «rápida y precisa» del roble blanco.
Vuestro viaje ha sido muy bien aprovechado y una buena oportunidad para disfrutar, una vez más, de la naturaleza y de esas iguanas tan lindas. Me encantaron las fotos…Y con el trípode nuevo, podrás hacer muchas más.
¡Gracias por este hermoso post! Besos.
Excelentes fotos y descripción del (los) momento(s)