Aruba “One happy island” 5 de 7

PorElPanCarlota desde el balcón leía en voz alta las actividades del resort a celebrarse en las varias piscinas, bares, etc. La puerta de nuestra habitación al balcón estaba abierta y la oíamos claramente, hoy de 12 a 2 Música & BBQ en la piscina sin fin, «suena bien, nosotras vamos a la playa un rato y después te busco» dice Agata, aprobación unánime.

A las once y algo Agata me buscó en la habitación, Carlota disfrutaba en la playa de una dosis concentrada de lectura a la sombra de una churuata (palapa). Llegamos y ya sonaba la música, animaba y cantaba un joven lugareño. Con ritmos de Bob Marley Agata encontró un buen lugar, enseguida me dejó en traje de baño y con los dos «flotis» a mano buscamos la parte más profunda de la piscina (6 ft.). Los que nos ven hacer esto por primera vez siempre se asombran, yo me acerco con la silla al borde de la piscina, sin pensarlo mucho, a la uno, dos y… tres clavado al frente, subo y floto de espalda esperando los «flotis». Me dejo llevar… flotando de espaldas, de frente y a veces camino buscando alcanzar el límite de la piscina, el borde del sin fin. Ubicado cómodamente, Agata me acerca a un lado de la piscina una bebida fresca en mi vaso con pitillo, la veo de reojo y disfruto el momento unos minutos mas, preparándome para acercarme al vaso.

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La BBQ que mencionaban eran hamburguesas y hot dogs, ya los primeros comensales se estaban sirviendo. Dos chicas compartían el servicio con uno que otro coro que se sabían. Carlota llegó y enseguida se nos unió, ella y Agata compartieron un rato la barra del bar desde la propia piscina. Cerca de la BBQ se reunieron un buen grupo de iguanas de diferentes tamaños, con suma atención esperaban los trozos de lechuga que eventualmente les lanzaban. Una de las iguanas resaltaba por su tamaño, como dominante corría del lugar a la que la incomodara, seguidamente movía su cabeza repetidas veces como diciendo «si, si, si…». Otras iguanas tal vez evitando confrontaciones se refugiaban en la vegetación, una de ellas casi del tamaño de la «alfa» se acercó muy cerca de mi. Poco a poco fue ganando terreno, se detenía y miraba hacia otro lado evitando mi mirada. Yo la esperaba midiendo su curiosidad, acertadamente  pensé que era la tapa y el pitillo verdes del termo que la atraían. Por un buen momento se quedó frente a mi, tal vez calculando su movimiento final. Yo aproveché para susurrarle cosas y soplar aire en su cara, ella no se inmutó, se hizo la dura. Se acercó despacio y confiada al termo, se detuvo hizo una pausa y levantando su cabeza le pasó la lengua a la tapa. Desengañada regresó rápido a la maleza y descargó su frustración persiguiendo a la primera que se atravesó en su camino. Agata documentó este agradable e inusual encuentro, que no formaba parte de las actividades ofrecidas y que con gusto compartimos.

Para disfrutar, contemplar mejor las fotos linkea ☞ … y se acerca la iguana o cualquier imagen del post.

2 pensamientos en “Aruba “One happy island” 5 de 7

  1. Buenísima secuencia y nada fácil de captar, ¡felicidades para Agata! Y se nota tu cara de felicidad por ese lindo encuentro…
    ¡Gracias, Pepe, por dejarnos compartir con vosotros esos hermosos momentos de vuestras vacaciones! Un beso.

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