Una tarde camino a la piscina, le pedí a Agata desviarnos unos metros en el corto trayecto; mi intención era que ella fotografiara un árbol floreado que vi días atrás. Sonreí satisfecho cuando la oigo decir ¡guau, que hermosa! y acto seguido encendió la cámara. Los cambios de luz y los distintos grupos de flores le exigieron hacer varias tomas. Desde allí hasta la piscina le prestamos especial atención a los detalles, a las pinceladas de color en el camino y el resultado son las fotografías que acompañan el post.
Para disfrutar, contemplar mejor las fotos linkea ☞ El camino y sus detalles o cualquier imagen del post.
Una cosa es tomar algunas fotos en cualquier salida diferente a tu cotidianidad y otra es organizarlas por tema, tipo, experiencia, etc. y recrear el momento compartiendo desinteresadamente lo vivido. Te admiro por eso.