Caracas, miércoles 13 Noviembre de 2013 (día #16)
La lluvia de la mañana del miércoles era muy constante, aunque no abundante. El peque se distraía siguiendo con la mirada, los insectos que eventualmente aparecían del otro lado del vidrio. Alguno le llamaba la atención como para abandonar el posadero y casi succionarlo a través del vidrio, eso quisiera el peque pero ni lo intentaba. Tomás en el extremo sur de la ciudad y del otro lado del río, tenía que esperar que escampara y un poquito mas, ya que vendría en moto. Nos comunicábamos por mensaje FB y él aprovechando el tiempo hacia un sacrificio y esfuerzo supremo (sarcasmo) tomándole fotografías a los colibríes. Yo no quise desaprovechar la ocasión y le hice al peque la sesión fotográfica del recuerdo. El estaba activo y cada vez que comía me permitía de una a cuatro fotos, yo revisaba algunas tomas y le decía «bella peque, estás más que listo para irte».
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Tomás llegó y me instalé a hablar con él después de cerca de dieciocho años sin vernos. La larga y amena conversación comenzó y terminó en el peque. «Le damos?» me dice Tomás, «están listos?» dice Agata acercándose a la ventana, yo le entrego a Tomás la cámara para que grabe el momento. Sobre el momento escribí en Facebook «El peque ya es libre, Agata le abrió las ventanas y él no salió a la primera, regresó a su posadero pero estaba inquieto. Después de varios vuelos cortos cerca de nosotros voló al exterior y ahora es libre. A Tomás que nos acompaño le pareció verlo posado en un árbol cercano, pero no lo podemos asegurar. Yo lo estuve esperando hasta que anocheció (aunque sabemos que él se recoge temprano) y no llegó. Mañana estaré pendiente y los tendré al tanto.» Un día a la vez, esta noche el peque no dormirá entre las orquídeas blancas…