Ya les relaté en un post anterior [Adaptarse o morir (observaciones en la naturaleza)] la facilidad con la que se adapta a los cambios la Reinita Común (Coereba flaveola). Si embargo cada día me sorprenden con algo nuevo, como en otros grupos las diferencias individuales son marcadas y a veces muy visibles, sobre todo cuando están en grupo. Ellas suelen estar solas salvo en la época de cría y/o cuando hay un elemento de interés común como el alimento, el agua para bañarse o hidratarse, la seguridad, etc.
Estos alados hacen su día a día en los árboles y jardines cercanos, consumen diariamente una gran cantidad de pequeños insectos. Son también responsables de la subsistencia de muchas especies vegetales mediante la polinización. He observado que cuando un árbol esta en flor (a veces es por un corto periodo de tiempo), las visitas a los comederos bajan dramáticamente lo cual me contenta. Los árboles floreados a veces atrae hasta cerca de diez diferentes especies de aves, ya que hasta los que tienen otro tipo de alimentación aprovechan ciertas temporadas para variar y balancear su ingesta.
Me complace que las aves vengan a mis comederos y trato de que acepten mi presencia para disfrutarlas y tomarles fotos lo mas cerca posible. A veces sus ausencias son largas, muy prolongadas, tanto que un colibrí no podría subsistir sin comer. De repente, chillidos, llamados y reclamos… marcan el comienzo de la «hora loca» el «happy hour», la barra esta llena y los sifones también.