La tarde de ayer se presentaba un tanto triste, los rayos de sol que en esta época penetran diagonalmente la ventana suroeste no se presentaron. En el comedero había la actividad normal, sin embargo había una nueva especie de polinizador, no era un colibrí, era una abeja. Al principio intenté alejarla y regué el comedero con agua utilizando un aspersor. Esto no funcionó y como no quise ser agresivo dejé tranquila a la abeja, esperando que no llegaran mas de sus compañeras. Para los alados las abejas son una compañía incómoda, los comederos en donde proliferan y se instalan los colibríes procuran evitarlo y solo acuden por necesidad.
Se dieron situaciones bien cómicas, en varias ocasiones los alados tuvieron que frenar en seco debido a la minúscula pero respetada y temida abeja. Casi toda la tarde se instaló en el mismo hueco y nadie hizo nada por sugerirle otra cosa, la veían y seguían sus leves movimientos pero siempre de lejitos.
La luz de la tarde no ayudaba en nada y me obligaba a usar flash, decidí experimentar y programé la cámara ((Nikon Coolpix P100) a sacar una secuencia de fotos. A aproximadamente 40 cm dispararía cada 30 seg. en 9,2 mm, ISO 200, f/3,5, velocidad 1/400, enfoque automático (al disminuir la luz no funciona, obliga a usar el manual), en las opciones generales de enfoque usé el cercano (flor) ❀. Adicionalmente eliminé todos los sonidos que emite la cámara como el enfoque y el disparo. Obviamente eliminé muchas fotos pero en general quedé satisfecho con los resultados, si queremos obtener resultados diferentes tenemos que cambiar y hacer las cosas de otra manera.
Por primera vez salen en las fotos algunos de mis vecinos, aprovechando que la tarde esta agradablemente fresca coincidieron al bajar a pasear a los dos niños más pequeños del conjunto residencial. A cualquier hora todos los que se cruzan con los niños o los ven de lejos los llaman por sus nombres para decirle cualquier cosa, simplemente saludarlos. A veces es inevitable que los vecinos volteen hacia mi ventana, supongo que pensarán o dirán, ¿a qué le sacará tantas fotos José?. Como dice una de ellas muy amiga desde hace años, «tu secreto Pepe es sacar muchas fotos, así aseguras que por lo menos una te quedará bien, cierto? «
La lluvia cayó breve y copiosamente, antes avisó su llegada oscureciendo poco a poco el cielo. Llegaron pocos colibríes algo mojados, sin embargo rápidamente su número aumento, señal inequívoca de que los otros comederos ya estaban vacios. A todas estas el Peque ha estado toda la tarde activo, si esta ausente el macho de Mango pechinegro él se posa en la bromelia, si está ocupada entonces se posa en un lugar alto que habilité para él.
Una de las diversiones favoritas del Peque es molestar al Amazilia fibrilata que le encanta comer en el mismo puesto que a él, hasta me vi obligado a reclamarle «#&$*! Peque, déjalo tranquilo, no seas &%$#*^@!» La actividad duró más que otras tardes, pero como siempre el Peque recogió el desorden y apagó las luces, buenas noches!
¡Qué maravilla de fotos, Pepe…Si es que todas te quedan bien! Incluso la abeja se ve perfecta. A pesar de la lluvia, ha sido una tarde muy bien aprovechada. Y no digamos para el Peque, pendiente de que no le coman su comida…
¡Gracias por este nuevo post, Pepe; no me canso de ver las fotos! Un fuerte abrazo.