Hoy ha sido una tarde un tanto extraña, pensaba en que solo por el hecho de ser joven en Venezuela se corre un gran riesgo, esto es a todas luces público y notorio. Llegando desde mediados de Febrero a más de 3.000 estudiantes detenidos, 150 casos de torturas, 600 heridos y 39 muertes por disparos.

En la naturaleza aunque nadie está exento de riesgo, son las crías las más frágiles, es uno o los dos progenitores los que la alimentan, protegen y enseñan, hasta que la cría se vale por sí misma, lo estrictamente necesario. La emancipación o independencia varia muchísimo entre las especies, el hombre es de las especies que mas tarda.

Curiosamente en mis comederos los individuos con más firmeza y determinación son los pelones y pelonas, de los que apenas algunos recién completaron su plumaje. Puede que alados más grandes, más agresivos los persigan, revuelquen, picoteen; pero los jóvenes siempre volverán a intentarlo hasta lograr su objetivo. Mi manera de entenderlo es que ellos (los jóvenes alados) no aceptan que los sometan, por las buenas son el cielo, pero por las malas o la imposición se juegan la vida, defendiendo su individualidad.

Hoy hice un experimento y coloqué un comedero pequeño relativamente cerca de mi área de trabajo. Quería probar si algunos alados entrarían a comer cuando afuera en el dispensador la demanda generaría violencia.

El 1er alado en entrar fue el Peque (nada extraño), lo siguieron otros Amazilia y un joven macho Mango pechinegro.

Me sorprende? No, en lo mas mínimo, ellos miden las posibles amenazas y después de observarme no me consideran tal (nunca hago ningún movimiento brusco). No humanizo a los que entran, les doy una herramienta no violenta para defenderse de los violentos.

Créditos fotográficos: ¿Patria?@VenezuelaExPais