Ayer en la tarde viví una experiencia increíble, descanse un rato en el estudio ya que la sesión de fisioterapia con Guilliana me dejó algo cansado. Ya recuperado decidí aprovechar que el sol de la tarde estaba exquisito y saqué varias fotos en el balcón, aunque fueron pocas tomas ya que la batería se agotó rápidamente. Fuí a mi área de trabajo a cambiar la batería y cuando me disponía a volver al balcón percibí algo inusual en el comedero. Me pareció ver un colibrí de color azul suave, al cual drásticamente un macho Mango pechinegro dominante lo alejó. En su huída el alado hizo un sonido característico propio de los colibríes y diferente en cada especie, hasta a veces es diferente entre macho y hembra (nada que extrañar). Oír ese nuevo sonido (para mi) me llenó de emoción y esperanza, si es un colibrí, me visita una nueva especie dije o tal vez pensé.
Enseguida preparé la Nikon D70S que está en el trípode, revisé todas las condiciones para asegurar la foto y decidí usar el disparador remoto que mi amigo Vicente (Tito) me regaló. Para esta primera foto el riesgo mayor era el uso del enfoque manual, en contrapartida usaría el lente 35 mm cubriendo un gran área. En las primeras fotos noté que la reacción de la cámara era algo lenta, mi sospecha se confirmó cuando se agotó la batería, coloqué la que tenía lista y la diferencia fue abismal, unas fotos de prueba y esperé con paciencia. Eventualmente disparaba para practicar hasta que apareció el «pequeño ser de luz», evitando ser visto a duras penas veía lo que ocurría a través de la persiana, intentaba seguirlo y disparaba al mismo tiempo, lo que me permitía la cámara usando flash y archivos .NEF (.RAW). En total saqué 166 fotos, aceptables quedaron 130 y 37 fueron del nuevo visitante, nada mal.
Me embargaron alegría y satisfacción por lograr las fotos, me faltaba identificarlo, la mancha debajo del pico ya no me engañaba, ya sabía que era polen. Sin embargo el color verde claro me confundió y me llevó a pensar en un individuo juvenil, mejor uso un comodín y llamo a un amigo (Facebook mensaje interno Tomás Fernández). Es un Colibri coruscans me escribe, yo no pensé en el Colibrí Orejivioleta grande [Sparkling Violetear (Colibri coruscans)] ya que el verde es mucho más intenso y hasta ahora había visto en los juveniles plumaje incompleto pero no variación en la intensidad en los colores. Acto seguido compartí una foto en Caracas Alada, esto me aseguraba que conciliaría mi sueño.
Desde hace años y aún más en el 2014 la situación en Venezuela dista mucho de ser normal, en todos los sentidos. Ayer Alcira llamo a BADAN para comprarme Rilutek (único medicamento aprobado como paliativo para la ELA, ALS ó MND, la operadora (siempre atenta) le comunicó, el Rilutek está agotado y no sabemos cuando llegará.
Agata disfrutó a medias la llegada del Orejivioleta, su cabeza agobiada barajaba los mil y un detalles que resolver sobre el futuro inmediato de nuestras hijas, nuestro futuro y también el día a día más difícil, complicado, inseguro, incierto. El país está en terapia intensiva y nos dicen que todo está normal, la juventud es presa o perseguida solo si se atreve a pensar diferente y visualizar su propio destino. A todas estas los gobernantes, no toman ningún tipo de medida que asome ligeramente corrección, cambio ó nuevas políticas. Su meta es alargar el tiempo y que las protestas se diluyan con el Mundial de Fútbol. Incluyo estas lineas que Uds pueden obviar, sin embargo para mi es importante expresarme como individuo y ciudadano, al tiempo que me solidarizo con las víctimas y afectados (familias) por la persecución política, torturas, heridos, desapariciones y muertes. También expreso que nuestras alegrías, triunfos, logros por pequeños o grandes que sean no los disfrutamos a plenitud, ya que nuestra mente está pendiente y consciente que nos están encerrando en nuestro país, limitando y conculcando cada vez mas nuestros derechos humanos universales.
Volviendo al alado, por esta visita y las fotos testimoniales hay varios responsables a los cuales agradezco inmensamente: Agata, Laura, Alcira, Jorge, Vicente y Tomás. La especie Coruscans es muy territorial, se vaticinan batallas memorables entre las especies que me visitan, por lo pronto haré lo posible porque siempre estén surtidos los comederos y mantendré algún dispensador dentro de la casa como refugio o Plan B contra los violentos. Espero documentar los cambios físicos de esta especie ya que si lo logro seremos testigos de una mágica transformación, de un «pequeño ser de luz».