Comenzando la semana la Peque nos dio la primera sorpresa con sus pequeños avances, aún con la jaula tapada ella giró y cambió de palito para comer. Al destaparla ella estaba contenta y ya había consumido una buena cantidad de néctar, Agata se lo repuso mientras le hablaba como a un bebé, a su bebé.
En la mañana cuando llegó Alcira a trabajar (tiene siete años con nosotros) conoció a la Peque y estaba encantada de que fuera niña, ¿cómo sabe que es niña? me dice. Ya criamos juntos al Peque y criar una niña seguro que no va a ser lo mismo, Alcira nunca le dice la Peque, le encanta decir: «el Peque, la Peca»
Vino mi fisioterapeuta Gilianna, una joven con la que comparto mucho en cada sesión semanal, que es en resumen una mezcla de dolor, risas, cuentos y promesas. Ella conoció al Peque y él la aceptó desde el primer momento, algo que hacía con muy pocos. Raúl cumple años hoy, me dice Gillianna; sácanos una foto y se la mandas por WhatsApp, le contesto. Sii me dice y esa foto la hizo al terminar la fisio y a Raúl (mi anterior fisioterapeuta, ahora en España) le encantó la sorpresa. Gillianna antes de despedirse le tomó una foto a la Peque, quedó hermosa y la compartió con Uds. (Gracias Gillianna, feliz cumpleaños Raúl).
Poco a poco la Peque dejará de ser un bebé, «el que todos se arrepienten de no habérselo comido de lo rico que era». Será independiente y totalmente libre, mientras tanto quien puede evitar conocer la ternura rascarle la barriga(gita) con la punta del meñique.
Pero qué linda la Peque…y se ve que le encanta posar. Su foto ha sido un buen regalo de cumpleaños y agradecemos que la compartas en tu post. ¡Bienvenida a la nueva integrante de la familia…no podría estar en mejores manos! ¡Gracias, Pepe y Gillianna! Un abrazo.
Ya está libre y lo mejor de todo es que no es nada temerosa, al menos no con nosotros y todavía se deja rascar el pechito posada en la phalenopsia, y cuando llego y la regaño porque no va a comer solita, me vuela directo a la cara, me da una vuelta y vuelve al posadero, me desarma y la malcrío, lde doy de comer en el piquito. Demasiada ternura.