La experiencia de ayer, con el colibrí Amazilia fimbriata y su pico maltratado fue muy intensa; a todos nos afectó, como siempre a cada uno de manera diferente. Aunque no lo conté en el post anterior (se me pasó), cuando manipulé al colibrí, quedaron en mi mano varias plumas de su cola. Se que era parte de los riesgos, pero eso no evitó que me sintiera en deuda con la pequeña criatura.
En la mañana del domingo estuve pendiente de él, apareció varias veces a comer y solo lo pudo hacer cuando había comida en todos los comederos. Cuando solo quedó néctar en el comedero de mas capacidad, la agresividad se incrementó y fácilmente lo mantuvieron alejado de la comida.
Se me ocurrió colocar afuera y casi debajo del comedero grande, un pequeño dispensador; usualmente está adentro, solo el Peque y otros alados de confianza se atreven a usarlo. La idea fue un éxito, el pequeño comió con tranquilidad y pasando totalmente desapercibido, mientras arriba en el comedero grande, otros colibríes se perseguían con furia.
Puse la cámara a tomar fotos cada 30 seg., mientras veía el primer tiempo del Costa Rica-Grecia. En el descanso del primer tiempo me dediqué a revisar las fotos y a borrar la gran mayoría (sin alados). Agata y yo ligábamos a Costa Rica, se lo merecían; tienen que ganar porque al colibrí quiero llamarlo PicoTico, arriba Costa Rica!.
Las cosas se dieron y Costa Rica obtuvo un logro deportivo histórico, su equipo de fútbol enorgullece a todo un pueblo con la hazaña y comportamiento. Viva Costa Rica! Arriba los Ticos! Pura Vida!.
hermosa historia de resiliencia alada , Gracias por compartir sus momentos !