Quién no ha soñado o está soñando con montar un pequeño Bistró, en un lugar tranquilo, agradable, cálidamente humano y lógicamente atendido por el soñador. Una de las ganancias de un lugar de esas características es el contacto humano, conocer al cliente hasta el punto de saber que le gustaría probar de la nueva carta de postres ó si necesita algo mas porque su lenguaje corporal así lo expresa. Con el nuevo cliente es cuestión de observarlo y dejar que conozca el negocio, poco a poco y sin prisas. Detectar su curiosidad por descubrir el Bistró y llevarla a satisfacción y a él convertirlo en habitué.
El individuo de las imágenes es un colibrí macho ♂ Mango Pechinegro [Black Throated Mango (Anthracothorax nigricollis)], él visita los comederos desde hace aproximadamente una semana. Al principio era muy tímido y si me veía enseguida huía, no se acercaba sino un rato después. Me llamaba mucho la atención por una zona blanca en la parte izquierda de su cuello y porque por alguna razón parecía más oscuro que los demás machos.
Poco a poco ganó confianza y llegó a tal punto que se quiso apoderar del nuevo comedero (un regalo de Brenda). Atacó a mansalva y sin miramientos a todas las especies de colibríes y sus crías, reinitas y hasta un Tordillo común que se posó en el comedero. La intervención fue sencilla, simplemente usé un aspersor de agua; cada vez que él atacaba y se disponía a posar yo lo evitaba lanzándole un chorro de agua. Cuando simplemente se acercaba a comer yo lo dejaba tranquilo; después de varios intentos entendió las reglas y se comportó sin tanta agresividad desmedida.
Ahora es un ejemplo a seguir y a observar, se posa en la ramita de las fotos, desde allí controla su entorno y hace vuelos cortos para cazar pequeños insectos, usando diferentes trayectorias regresa a posarse quedando de espalda o de frente a la ventana. Come de cuatro a seis insectos y cada diez minutos aproximadamente va a comer néctar, es tan observador que lo hace cuando hay pocos colibríes o los que no son conflictivos. Si ve que se generan problemas los evita e intenta comer después.
Ojalá que este individuo siga viniendo, así podré documentarlo y las imágenes confirmarán si como creo es la ausencia de plumas, arrancadas al desprenderse algún parásito (ej. garrapata). Igualmente vigilar la evolución de su plumaje, fotografiarlo a diferentes ángulos e incidencia de luz, objetivos, etc. Sólo variando la manera de hacer las cosas obtendremos diferentes resultados y tal vez respuestas a nuestras preguntas.
Qué preciosidad…Yo creo que este individuo seguirá con sus visitas porque sabe que le ofrecéis alimento y cariño además, ha aprendido muy bien su lección.
¡Gracias por este lindo post, Pepe! Un abrazo.