En mis paseos habituales a las áreas verdes del conjunto residencial he adoptado un ritual, que consiste en ubicarme en un lugar estratégico y desde allí simplemente observar. Los puntos de observación dependen de lo que esa zona ofrezca, como podría ser flores, frutos, refugio, insectos, materias para nidos, etc.
Ya de regreso a casa el último punto de observación es en una esquina del estacionamiento del edificio, allí al amparo de una sombra solitaria observo la actividad en un Bay- Rum ubicado a pocos metros. Fue en ese último punto de mi itinerario matinal donde hace aproximadamente dos semanas vi algo que me llamó la atención, cautivó, subyugó. Una hermosa, pequeña y colorida ave que yo nunca había visto, estaba entretenida comiendo insectos, dándome tiempo suficiente para detallarla para su posterior identificación.
Busqué en las láminas y la especie que coincide físicamente, no habita en esta zona de Venezuela. Según bibliografía no migra y se radica en determinadas zonas. Coincide que es insectívoro, aunque también supe que es frutero. Consulté a un conocedor de aves y él estaba tan sorprendido como yo. La única manera de avalar mi observación es mediante una fotografía ó video, intentando recabar una de esas pruebas estoy bajando la cámara a mis paseos. He visto al ave X tres veces mas, pero siempre fugazmente y sin posibilidad de fotografiarla.
En el mismo Bay Rum donde vi el ave X, hace pocos días disfruté viendo a dos loros guaros, comiendo capullos tiernos de flores y reposando después de la comilona. Con la cámara lista capté una guacamaya Maracaná fuera del conjunto residencial; la foto quedó un poco sobreexpuesta y necesitó la magia del Photoshop.
Estos días de observación tuve de compañero a un macho casi adulto que se adueño del comedero norte (Brenda’s) y mantuvo alejados a todos los hambrientos alados, sin distinción agredió también a las reinitas (Coereba flaveola).
Sabiendo que no podré usar flash me he obligado a sacarle partido a la cámara, aunque después la foto necesite algún retoque.
Clásicas siluetas de aves, aún a contraluz de distinguen claramente que son colibríes. No importa la distancia a la que estén, los colibríes son inconfundibles.
A mis comederos vienen solo tres especies de colibríes (Mango Pehinegro, ♀=♂Amazilia Bronceada Coliazul y ♀=♂ Colibrí de Pecho Blanco o Diamante Gargantiverde. Me han visitado otras tres especies, de las cuales identifiqué a dos y curiosamente a la que vi una sola vez si logré fotografiarla: juvenil♀=♂ Orejivioleta grande [Sparkling Violetear (Colibrí coruscans)].
Estar pendiente del ave X me ha significado una adaptación, salirme de mi zona de confort y usar una estrategia. Todo esto partiendo de la idea o esperanza que no sea una visita fugaz.
Me he referido en el post al ave X, esto lo hice con la intención de no generar ningún tipo de polémica, espero lograr una imagen solo entonces aclararé mis dudas. Seguiré cosechando sus frutos como un legado, una bendición.
Se aceptan donaciones de azucar porque estos comelones me tienen haciendo colas para conseguir reservas suficientes para poder alimentarlos. Son unos glotones.