«Es muy probable que la pareja vuelva a anidar, no se si de inmediato. Estaré pendiente de oír su llamado y tal vez tenga la fortuna de ubicarlos, si anidan en el jardín. Será un nuevo comienzo, partiendo de cero». Con estas palabras cerré un evento de la Naturaleza, del cual fui un simple testigo. Apenas un mes después de perder su nido y un huevo, la pareja de alados comenzó como si nada hubiera pasado.

Para su nuevo comienzo, escogieron un apartado rincón del jardín, allí siempre los oía y eventualmente los veía cazando insectos. El lugar está muy hermoso y concurrido, ya que el Garbancillo, tiene muchísimas flores; atrayendo como un imán a aves e insectos, nectívoros y polinizadores.

Imagino a la hembra diciéndole al macho: «la próxima casa, la quiero con jardín y muchas flores en la entrada».

Porque así es el lugar, ideal, con todas las comodidades y ventajas para ellos prosperar y yo disfrutarlos.

Soy una persona muy afortunada, al ser a diario testigo de, ciclos en la Naturaleza, oportunidades y nuevos comienzos.