Me salté una parte del camino, tan solo por darme el gusto de mostrarle los Mallos de Riglos después de Montserrat. Las dos zonas son únicas y particulares como formación geológica. Las conocía desde mis tiempos de montañismo, eran y son, íconos de la escalada en roca española.
Cuando los vi enseguida distinguí su skyline, aunque estaban aún más lejos que la foto de Camila.
«Los Mallos de Riglos, increíble Montserrat y Riglos» dije en mi lenguaje, pero las dos me entendieron. Evoqué después de muchos años nombres que recordaba como épicos, Firé, Pisón, El Puro, La Visera,
No eran paredes de 400 mts., pero su peculiaridad podría ser la pesadilla de cualquier escalador sólido.
Agata conducía lo más lento que la prudencia le permitía, Camila fotografiaba y grababa videos cortos, yo contemplaba con todos los sentidos abiertos, como estaban las ventanas.
Poco a poco perdimos de vista a los Mallos, la vía estrecha y las curvas constantes requirieron de Agata una mayor concentración.
Eventualmente la vegetación nos permitía ver que seguíamos el sinuoso curso de un río (Río Gállego), en algún momento cesarán las curvas.
Créditos y agradecimientos: Agata Cafarelli y Camila Dopico (Producción, fotografía y video).
El mejor regalo además de la sorpresa, nos lo dio el clima con un maravilloso día y una luz espectacular, el camino que parecía largo resultó en un delicioso paseo.
Gracias a vuestras fotos, video…Y ese magnífico relato del viaje, he disfrutado muchísimo ese camino a Donostia.
El post es un verdadero regalo…¡Gracias, Pepe, Agata, Camila! Besos para todos.