La vida está llena de ciclos, ella misma es el más representativo de los ciclos. A veces es difícil reconocerlos y aún más difícil culminarlos y cerrarlos en el momento adecuado. Pero cuando los ciclos son impuestos, como el caso de Agata «ocho sesiones de quimioterapia», las decisiones no son propias. Ella como otras pacientes de cáncer de seno, confían en el equipo médico y de enfermeras que los atienden, confían en su formación y experticia. Más allá de los conocimientos y destrezas, las enfermeras, que son las que atienden directamente al paciente, tienen un don especial… el don de la «humanidad». Ese es uno de los componentes, que ha ayudado a Agata a sobrellevar un momento tan difícil. Siempre pendiente de los detalles, hoy les llevó unas galletas hechas por Camila, con una receta de Andrea.

Para Agata, que está ahora y por varias horas recibiendo su última quimioterapia, le envío la imagen de una bromelia en flor. Hoy la ví en mi paseo mañanero con Nikita (miembro de la familia desde hace 13 años). Subí a casa, busqué la cámara y el trípode… este es el resultado.

Me llamó la atención su color rosado, color símbolo de la lucha contra el cáncer de seno. Cada vez que la vea floreada, recordaré a mi valiente esposa y compañera, a las mujeres que como ella dan o dieron la lucha y a los ángeles que las ayudan, en ese difícil camino.