Una serie de eventos con mayor prioridad que el blog demandan mi atención, por esa razón les voy a resumir el día martes y parte del día de hoy miércoles, aunque las imágenes hablan por si solas.
Compartí con Ruby parte de la mañana del martes, como de costumbre vuela varias veces a lo ancho del apartamento, sin ningún estrés se posa en la lámpara de la batea y cuando tiene hambre regresa al balcón. Esta rutina la repite tres o cuatro veces hasta la media mañana. Ya casi anocheciendo fui a pasar un rato con él, estaba como acomodándose para dormir y no encontraba una posición cómoda. Dando pequeños pasitos laterales se movía a su izquierda y a su derecha; como al mismo tiempo batía las alas, generaba un movimiento oscilatorio en la vara floral y las flores. Viéndolo aletear supe que ya estaba preparado para comer solo, mañana será un gran día.
Hoy miércoles el cielo caraqueño amaneció despejado y con mucho calor. Mientras desayuné en la cocina Ruby me pasó dos veces en dirección al balcón, para refrescar su área le pedí a Alcira que le llevara un ventilador (sin aspas). Mientras él estaba en la cocina le retiré el apoyo para comer, en su lugar puse mi mano. Ruby llegó volando dispuesto a comer, se posó viéndome de frente y enseguida se posó en mi dedo y comió bastante, aunque yo inevitablemente me movía. Se posó en su recién remodelada oficina y a los pocos minutos voló directamente a comer, ya no le hacia falta ayuda. Hoy el Peque Ruby hizo grandes avances, dando otro pasito mas hacia su independencia y libertad.
Hermoso relato, y bellas imágenes. Felicitaciones por tan incomparable experiencia y su relato